BALLET CONTEMPORÁNEO DEL TEATRO SAN MARTÍN Programa III
·
Director Artístico
Mauricio Wainrot
Mauricio Wainrot
Director artístico del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín,
Mauricio Wainrot fue coreógrafo permanente del Royal Ballet de Flanders
durante once temporadas, director de Les Ballets Jazz de Montreal y del
Grupo de Danza Contemporánea del Teatro San Martín. Estudió en el Teatro
Colón con Vasil Tupin y Eda Aisemberg, y fue primer bailarín del Royal
Winnipeg Ballet de Canadá, del Teatro Municipal de Río de Janeiro y del
Ballet de Cámara de Caracas. Montó sus obras para compañías como el English
National Ballet, Royal Swedish Ballet, Ballet Royal de Wallonie, Hubbard Street
Dance Chicago, The Cincinnati Ballet, Juilliard Dance Ensemble, Bat Dor Dance
Company – Israel, Ballet de l’Opera de Bordeaux, Ballet du Capitole de
Toulouse, el Ballet Estable del Teatro Colón, Singapore Dance Theater y los
ballets nacionales de Turquía, México, Chile y Uruguay. Entre sus obras
más representativas, figuran: Carmina Burana, La tempestad,
Medea, Un tranvía llamado Deseo, El Mesías, La consagración de la
primavera, Las 8 estaciones, Luz distante, Anna Frank, Looking Through
Glass, Travesías y Flamma Flamma. Junto
con el escenógrafo y artista plástico Carlos Gallardo, creó más de 40
obras, que han sido representadas por 50 compañías de danza y ballet en todo el
mundo. Fue jurado de tres de los más destacados premios internacionales: el
Benois de la Danse de Moscú, la New York International Dance Competition y el
Prix de Lausanne. En 2008, fue condecorado por el Rey Alberto de Bélgica como
Caballero de la Orden de Leopoldo I por su extraordinario aporte artístico al
mundo de la danza. Este año fue nominado al Premio Benois de la Danse por La canción de la tierra, creada para el Ballet
Contemporáneo en 2013.
Las obras que presentaron:
ESTACIONES PORTEÑAS
Estrenada en 1997 por el Ballet estable
del Teatro Colón, esta es la segunda de las cuatro obras que creé con música de
Astor Piazzolla y escenografía y vestuario de Carlos Gallardo. Y es la que
tiene un diálogo más intenso entre los mundos femenino y masculino de la
mística del tango. Para crear Estaciones porteñas,
tomé siete de las obras más tradicionales del repertorio del gran compositor
argentino, buscando reflejar la sensualidad y gestualidad tanguera y la
contemporaneidad que Piazzolla le imprimió a nuestra música nacional por
excelencia. Sucesivas danzas de varones y mujeres se entrelazan en un diálogo
nocturno de parejas, con dúos y tríos muy danzados y potentes.
El año pasado, Estaciones porteñas fue estrenada en Moscú por la
Primera Bailarina del Teatro Kirov de San Petersburgo, Ulyana Lopatkina, a
propósito del 90 aniversario del nacimiento de Piazzolla, y posteriormente por
los ballets nacionales de Turquía y de Santiago (Chile), el Ballet Real de
Flanders y el Ballet de la Ópera de Riga. Me complace que nuestra compañía
tenga desde ahora esta pieza en su repertorio.
Coreografía Mauricio Wainrot
Música Astor Piazzolla
Vestuario Carlos Gallardo
Iluminación Eli Sirlin
Asistente de vestuario Analía Morales
Asistente de vestuario Analía Morales
Meritorio de iluminación Héctor Zanollo
Duración: 30 minutos
ANNE FRANK
El terrible destino de las ocho
personas que, durante más de dos años, convivieron desterradas en el pequeño
anexo de un edificio de Amsterdam bajo el peor régimen fascista que haya
existido es la excusa para abordar los temas de esta obra. La intolerancia
religiosa, política y racial, y la arbitrariedad de un poder totalitario sin
límites que termina por destruir y corromper a todos los individuos –verdugos o
víctimas– ha sido mi real preocupación. Trabajé con imágenes extraídas
del Diario de Anne Frank y, especialmente, de un libro
con testimonios de personas que conocieron a los habitantes del anexo. De todos
ellos, el único sobreviviente fue Otto Frank, el padre de Anne. Y es
precisamente con su regreso, unos meses después de finalizada la guerra, que
comienza mi obra.
Mientras ahondaba en esta realidad,
surgieron vivencias y anécdotas de mi propia historia, y la de todos mis
familiares que sucumbieron, quién sabe dónde, en condiciones similares a las
que padecieron los Frank, los Van Daam, los Dussel y millones de personas que
fueron víctimas de la intolerancia. La voz de Anne es la de ellos y la de
quienes amamos y respetamos el sagrado don de la vida por encima de todas las
cosas. Por eso, dedico esta obra a los mártires y sobrevivientes de todos
los genocidios. Y a mi familia.
Luego de su estreno en la
sala Martín Coronado del Teatro San Martín, en 1984, Anne Frank fue montada por
las compañías internacionales English National Ballet (Inglaterra), el Ballet
Royal de Wallonie (Bélgica), los ballets de las óperas de Gotemburgo (Suecia),
Wiesbaden y Hildesheim (Alemania), el Ballet de Cámara de Caracas (Venezuela),
los ballets de Florida, Cincinnati y Omaha (Estados Unidos), el Ballet Nacional
Chileno (Chile) y el Ballet del Teatro Colón (Argentina).
Fue estrenada por la compañía en la misma sala Martín Coronado en 1984
Coreografía Mauricio Wainrot
Música Béla
Bartók
Música para cuerdas, percusión y celesta
Música para cuerdas, percusión y celesta
Escenografía y vestuario Carlos Gallardo
Iluminación Eli Sirlin
Asistente de vestuario y
escenografía Analía Morales
Meritorio de iluminación Héctor Zanollo
Duración: 45 minutos
CRITICAS:
En principio voy a destacar que
disfruto mucho ver ballet, ya que mi cuñada baila hace muchos años y hace
exposiciones con la academia en el teatro El Globo. Me gusta y disfruto mucho el
verlo, admiro la pasión, el entusiasmo y sobre todo me asombra que mediante la danza se puedan transmitir distintas cosas sin utilizar el lenguaje hablado. Igualmente hasta ahora no había podido presenciar ballet contemporáneo.
Destacó el haber podido ver dos obras
del mismo autor, pero a la vez muy diferentes y contrastantes en cuanto a contenido y muestra.
"ESTACIONES PORTEÑAS"
En esta obra, observaba el cambio del tiempo y del tango de por medio,
utilizando ni más ni menos que las partituras de Astor Piazzolla para
representarlo. La escenografía de la obra era muy simple ya que todo estaba de
negro, incluso el vestuario de los interpretes de la obra. Lo que más me gusto
y asombro era el juego de iluminación en la representación.
En el principio comenzaron un grupo de hombres bailando, luego cuando cambiaron la partitura comenzó a bailar un grupo de mujeres; luego bailaron hombres con mujeres y posteriormente eran dúos mixtos. Me gusto mucho que en los distintos dúos que hicieron, iban cambiando los protagonistas. Otras de las cosas a destacar era que cuando bailaban de a dos, en momentos aparecían el resto de los bailarines y se dispersaban por distintas partes del escenario. La puesta en escena fue realmente maravillosa, mantenía al público expectante y atento. A veces sucedía que estaba mirando a ciertos bailarines, pero también quería mirar al resto.
En ocasiones todos los interpretes bailaban sincronizados y en otros momentos eran diversos los pasos. Es una obra hermosa de apreciar, esta muy bien armada y el contenido es maravilloso. Se puede apreciar en un principio el Tango como baile de los hombres únicamente y luego con el correr del tiempo el protagonismo de la mujer en dicho baile, finalizando como un baile en parejas. Quizás sería muy rico que dentro de la obra se pueda apreciar a un artista tocando las partituras en un piano. Es una obra muy recomendable!!
"ANNE FRANK"
Cuando me entere que iba a estar esta obra, el día que iba, realmnete me entusiasme , principalmente porque había leido el libro de Anna Frank, el cual me movilizó mucho el trágico destino de esta niña y su familia, quienes fueron perseguidos por uno de los réguimenes políticos más brutales de la historia de la humanidad. No obstante eso, a partir de la lectura de "El diario de Anna Frank" es posible trasladarse a unos de los acontecimientos más trágicos de la historia y generados por el mismo hombre.
Mis expectativas para con la obra eran muy altas, ya que considero que hay que estar a la altura para poder representar dicha historia. Pero a su vez tenía mucha curiosidad debido a que no me podía imaginar que pudiera ser representada por medio del ballet, ya que las veces que escuche de representaciones de estos temas era mediante obra teatral.
En esta obra se puede observar un ballet narrativo que cuenta la historia de una niña y su familia que son victimas del régimen nazi. En la mayoría de las escenas hay clima tenso donde se refleja la opresión hacía los judíos que se encontraban en esa Alemania nazi.
Como espectador te mantienen atrapado e inmerso en ese momento histórico. Tanto la puesta en escena como el vestuario de los artistas fue maravilla la proximidad que generaron con la historia contada por Anna. En la escenografía aparecía en primer plano la casa donde se refugiaba esta familia y por detrás se podían ver los campos de concentración. Esta diferencia estaba marcada por telas y paredes. Los que hacía relucir a la escenografía y dar cuenta de esto era principalmente la iluminación en el transcurso de toda la obra. Realmente es magnifico el trabajo que lograron hacer en su conjunto. Pudiendo lograr que en distintos momentos la iluminación te llevaba a ver los campos de concentración y en otros estaba puesta la mirada en el primer plano, en el que transcurrían los días de esa familia viviendo en esa casa a escondidas o en otros momentos las calles de Alemania donde detenían a los judíos.
La música aporto al clima expectante y de tensión que se daba en la obra, acompaño a cada momento. Se nota que es una obra muy profesional en donde cada detalle aporta para la perfección de la misma.
Es en esta obra donde pude comprender que el propio cuerpo es una herramienta que se puede utilizar para poder comunicar, quizás acostumbramos a comunicarnos por medio de gestos o palabras, pero es hermoso como espectador poder conocer y llegar a comprender este lenguaje corporal.
Los interpretes me parecieron increíbles, no solo por el movimiento y la técnica, sino por el resultado obtenido. Lograron tener al público 45 minutos a la expectativa de lo que iba a suceder y como lo iban a representar, me transmitieron muchos sentimientos como la angustia, tristeza, pudieron demostrar hasta las afinidades que había dentro de la familia como lo era Anna con su padre y Margot con su madre.
La obra en su conjunto la disfrute desde el comienzo hasta el final; pero si tengo que destacar algo fue el final. El final fue algo tan simple y a la vez tan profundo. Se encontraban los 8 personajes principales de esta historia parados frente a los nazis y uno de los nazis va nombrando a los distintos personajes y a medida que los nombra se caen al piso. Me pareció una demostración increíble, debido a que de fondo (mediante la iluminación y la escenografía) se podía ver el campo de concentración en el que estaban y también a otros detenidos muertos.
En mi punto de vista es una obra a la que no le falta nada, tiene un grupo de trabajo magnifico que logro transmitir en su conjunto los sentimientos y la mirada de una niña de 14 años que vivió un caos a raíz de un régimen político brutal e inhumano. Tanto el director, como los artistas, el equipo de iluminación, escenográfico y todo el que trabajo pudo transmitirle al espectador vivenciar distintos sentimientos y logro que el espectador se situé por un momento allí. Es una obra muy profesional y de calidad que supero todas las expectativas que tenía.
Bibliografía consultada:
- http://complejoteatral.gob.ar/
- http://www.martinwullich.com/2014/09/estaciones-portenas-anne-frank-extrano-diptico/
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